Hace varios años que corro en la carrera de la San Silvestre en Santander.
No os penséis que soy una máquina corriendo, si os digo la verdad, es el deporte que menos me gusta, soy muy vaga para correr, pero tengo un marido al que le apasiona y es la única carrera que consigue que le acompañe, más bien él me hace de liebre.
El lleva varios años organizando a los socios del Club de Tenis para inscribirlos a la carrera, y después de la carrera organizan un sorteo con regalos de varios patrocinadores.
Este año me dijo muy sutilmente si podía hacerle varios broches de muñequitas para incluir en el sorteo, y, como no, Silvia se los hizo.
Que divertida fue la carrera, salimos mas de 3000 participantes, el ambiente fue estupendo, mucha gente disfrazada y sobre todo, dispuesta a disfrutar de la carrera y pasar un buen rato.
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